La lactación, la gestación, la actividad normal y el propio crecimiento en los animales generan una necesidad elevada de minerales en el organismo. Debido a que los animales son sometidos a un régimen productivo para el cual no están preparados, la necesidad de minerales se convierte en un déficit que lleva a una disminución de su potencial productivo, reproductivo y sanitario.
El concepto de la suplementación es sencillo, consiste en devolverle al animal todos los minerales y vitaminas que pierde en el proceso productivo para mantenerlo en optimas condiciones.
Una suplementación adecuada además promueve el desarrollo para alcanzar con el tiempo su nivel máximo de producción.